Acupuntura doméstica.

La primera visita a la casa nos impactó, la vivienda había sido reformada recientemente y casi se podía apreciar todavía el olor a pared recién pintada. Sin embargo no servía, ¿por qué? Porque nuestro cliente necesitaba algo afín, algo funcional y estéticamente propio.

Para el estudio supuso un conflicto desechar sin miramientos todos esos materiales costosos así que comenzamos a trabajar diseccionando la casa en lo que se podía mantener y lo que no.

Con un sencillo programa de necesidades (salón y habitación en “suite”) acordamos que con trabajar en un 60% de la casa nos bastaría para conseguir crear esos espacios deseados. Mantuvimos cocina, una habitación y un cuarto de baño intactos, el resto se transformó.

La vida es una performance.

L necesitaba un espacio carismático y confortable, un escenario de posibles actos cambiantes que hablara de sus aficiones, viajes, colecciones de arte, etc..

Se crea un espacio de escena, amplio, que abraza, y que provocará diversos encuentros y cambios a su voluntad.

La habitación recrea una suite de hotel que nos traslada a otro mundo creando una atmósfera de ensueño y deseos.