El local en origen tenía un rosario de habitaciones pequeñas, un local alargado en el que sólo puedes ir en línea recta pasando de una estancia a otra. El estudio organizó el uso de estas pequeñas estancias dejando el espacio con más “charming” para la novia. La novia se mete dentro de una habitación rodeada de vestidos seleccionados y en la más completa intimidad se viste y elige lo que más le gusta a ELLA, cuando está lista y se ha visto ella primero, se abren las puertas y el resto de invitas dicen WOW.

El espacio también cuenta con una amplia terraza donde realizar talleres, desfiles y las novias pueden ver sus vestidos a la luz del día. Rodeada de trigo y flores se acerca un poco al día B.

En cuanto a la estética queríamos un tono que contrastara con el blanco de los vestidos, lo llamamos “massai”, una mezcla entre terracota y rosa. Todo el mobiliario está bañado por este color que te acompaña en todo el recorrido guiando a las clientas por el local.

En definitiva, proponemos un diseño viviencial donde la novia es protagonista de situaciones que la trasladan al día B.

Espigas, eucaliptos, terraza exterior para posibles desfiles y talleres, hacen de este showroom un lugar para soñar.