Nos encontramos en el barrio de Ventas, un barrio con solera de mezclas ya posibles.

Nuestra clienta necesita un nuevo hogar cerca del centro de Madrid para ella, su hijo y sus libros.

La casa que nos encontramos en origen está construida con muros de carga y una distribución vetusta de pasillos y habitaciones en damero donde apenas entra la luz. Espacios angostos, inservibles y sobre todo sin alma.

Con estos condicionantes se plantea una reforma global. Un núcleo central redondo de húmedos y el resto para los usos de descanso ocupando los espacios entre muros. El paso se dignifica con una gran estantería que te acompaña donde nuestra clienta podrá acoger sus libros y sentirse acogida por ellos. Se crea así un espacio de conexiones amable y agradable.

Ella deseaba un baño y una cocina blancos, ese color es limpieza, pureza y calma por ello atendemos sus deseos sin perder el carácter acogedor que deben tener todos los espacios de un hogar. Una sensación de orden y paz invade la casa, quizás sea por la luz que entra hasta el corazón de ella gracias al cristal curvo del baño o quizás por la cadencia de espacios preciosistas creado.